El GreenWashing es un marketing sustentable donde organizaciones dicen ser responsables con el medio ambiente, pero tienen prácticas que no lo son. Es un tipo de engaño que beneficia las ventas y la popularidad de esa empresa, a la vez que limpia su imagen. Desde los colores y el mensaje nos llevan a interpretar que sus servicios y productos son ecológicos cuando están lejos de serlo.
“Washing” es un término que fue acuñado por el activista medioambiental británico, David Bellamy en 1990, en el marco de la celebración del Día de la Tierra. El lavado de imagen se refiere a que las instituciones toman los valores que dispone la sociedad y las problemáticas que afectan a las personas y lo transforman en una estrategia para ganar más clientes, sin realmente generar un impacto positivo.Hay ocasiones en que incluso empresas ocupan certificados que no son validados.
Un ejemplo es “H&M Conscious”, una campaña sobre la ropa hecha de algodón 100% orgánica y poliéster reciclado. Sin embargo, no es muy amable con el medio ambiente, ya que el algodón requiere de muchos litros de agua y el elastano en las fibras de ropa puede tardar hasta 200 años en degradarse.
Antes de que una empresa se pueda diferenciar, tienen que tener un conocimiento profundo de los problemas y cómo ellos como organización pueden implementar iniciativas realmente positivas.
No nos dejemos engañar sólo porque hablan de la Tierra, el reciclaje o la sustentabilidad. Veamos qué hay detrás de los mensajes. ¿Están en la misma línea que sus acciones? ¿Son transparentes? ¿Puedes responder tus dudas sobre sus procesos y condiciones laborales en su sitio web? ¿Cómo se han comportado en el pasado?
Hoy la dimensión económica no es lo más importante. El quehacer de las empresas se mide también por aspectos sociales y de gobernanza. La forma en que se desarrolla un negocio se basa hoy en el triple impacto con un real respeto a sus colaboradores y medio ambiente.