Sabemos que la educación es clave cuando se trata del cuidado del medio ambiente. Es por eso que queremos hablar de los forjadores ambientales, una iniciativa nacional que se refiere a los niños, niñas y jóvenes que se unen por el cuidado y la mejora de las condiciones del medio ambiente.
El ministerio del Medio Ambiente busca que los forjadores ambientales sean un “apoyo de la ciudadanía en la solución de problemas ambientales locales, nacionales y globales”. Hasta el momento hay aproximadamente 150 clubes en el país con 3.200 miembros que trabajan de diferente manera para buscar respuestas a necesidades del planeta.
De a poco hemos ido viendo rostros de niños, niñas y jóvenes en los medios que sacan la voz para unir al mundo por una causa importante. El caso medioambiental más emblemático probablemente sea Greta Thunberg, una activista de origen sueco que comenzó a faltar al colegio para protestar contra la nula acción de los adultos ante el calentamiento global.
Si escuchas el nombre Malala Yousafzai, seguramente recuerdas su causa a pesar de que no es ambiental. Con tan sólo 15 años recibió un disparo en el autobús escolar por hablar en contra de la prohibición de la educación de las niñas.
Existen iniciativas internacionales que busca, al igual que Forjadores Ambientales, unir y amplificar las voces de los más jóvenes. Una de estas es “Youth in Action” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Organizan eventos como conferencias y cumbres mundiales; tienen un Grupo Asesor de la Juventud donde sus miembros ayudan a otras voces; tienen una lista de nueve sugerencias para frenar el cambio climático, y más.
Si eres adulto y quieres apoyar a niñas, niños y jóvenes que luchan por un mejor planeta lo primero es saber escuchar y evitar caer en el edadismo. Es decir, no discriminar por edad.
Muchos adultos no son capaces de escuchar lo que dice un niño, niña o joven debido a prejuicios y estereotipos de que no están lo suficientemente desarrollados para comprender el mundo y tener opiniones formadas.
Según la ONU, el mundo tiene 1.8 billones de personas entre los 10 y los 24 años. Son muchos individuos que colectivamente pueden realizar cambios. No silenciemos la voz de las personas y busquemos soluciones sin importar la edad.