La industria textil es una de las más dañinas y contaminantes del mundo. Según un informe de la ONU, el textil es responsable del 20% de las aguas residuales y el 10% de la liberación de gases de invernadero. ¿Pero, qué significa esto y cuál es el daño que generan?
Las aguas residuales son aguas que han sido contaminadas y transportan virus o sedimentos dañinos. Según un estudio, “son la principal fuente de microorganismos patógenos que se transfieren a través del medio ambiente”. Pueden contaminar el agua que bebemos, la que ocupamos para cultivar, lavar o estar hasta en las piscinas donde nos bañamos.
Por otro lado, los gases de invernadero se acumulan en la atmósfera, absorben los rayos del sol y los esparcen por la tierra aumentando el calentamiento global. Esto provoca el derretimiento de los glaciares, desaparición de especies, y mucho más.
Además de contaminar el agua, la industria textil está dañando el desierto no polar más árido del planeta. En el desierto de Atacama está vestido, pero no de flores, de vertederos ilegales. Se calcula que los desechos del vertedero El Boro ubicado por Alto Hospicio corresponden en un 27% a textiles.
¿Has escuchado sobre el fast fashion o moda rápida? Tal como dice su nombre, se trata de colecciones de ropa a la moda hechas a bajo costo y calidad. En otras palabras, estás comprando más pero usando menos.
Algunas de las tiendas que ofrecen este estilo y calidad de producto son Shein, H & M, Pull & Bear, Zara, y muchos más. Cada tienda crea aproximadamente 50 colecciones al año. Teniendo sólo este número es muy difícil imaginar cuántas prendas se confeccionan, se venden y luego circulan por nuestro planeta como basura.
En general las colecciones no tienen una cantidad específica de prendas pero si podemos llegar a un aproximado y es realmente preocupante. En primer lugar, para armar una colección necesitas una temática y subtemas.
Si creas 5 subtemas con blusas, faldas, vestidos, pantalones y enteritos serían aproximadamente 37 diseños. Pero, las tiendas no ofrecen un solo color. Si agregamos dos variantes de color serían 74 prendas de sólo una talla.
Entonces, 50 colecciones de 74 prendas, sin considerar diferentes tallas ni réplicas, suma 3,700 prendas al año de una colección de una sola tienda fast fashion. ¿Y cuánto más tenemos que sumar sabiendo que dentro de una ciudad puede haber varias tiendas de la misma marca ofreciendo la misma colección?
Las tiendas que no venden su mercadería muchas veces la exportan como “ropa americana” a otros países. Esto explicaría la cifra de las 29 mil toneladas de ropa usada importada en la Zona Franca de Iquique donde un 40% termina en vertederos ilegales en el desierto. Y los datos alarmantes siguen: una prenda de ropa tarda aproximadamente 200 años en degradarse.
Cuando estemos concientizados sobre lo que significa para el planeta recibir tantos kilos de textil, podemos buscar alternativas sostenibles. No olvidemos las famosas 3R : reducir, reutilizar y reciclar.
Tomemos la R de reutilizar. Una de las opciones es upcycling donde la ropa en desuso se vuelve a utilizar y se mejora. Para unirte al upcycling[1] , puedes tomar el rol de un fashion maker (fabricante de moda) o un consumidor.
Los creadores toman numerosas prendas y las transforman en una completamente diferente, o bien, trabajan con una misma prenda y le agregan su propio estilo. Por ejemplo, pueden coser los botones de una chaqueta a lo largo de una falda.
Por otro lado, ¿sabías que ocupamos el 20% de la ropa que tenemos en el closet? Con este dato podemos volver a las 3R y tomar el primero: reducir. No es necesario comprar ropa para cada temporada. Podría ser mejor tener prendas atemporales y de buena calidad.
Por último, la R de reciclar. Puedes intercambiar tu ropa con tus conocidos, familiares o amigos. Es posible donar prendas en buen estado a organizaciones sin fines de lucro que pueden regalarlo a quienes lo necesitan. También es posible donarlos a fashion makers que se dedican a upcycling.
En definitiva las opciones son muchas. Una vez que tomamos conciencia es necesario poner en una balanza nuestra ética con nuestra forma de vivir y eso incluye lo que llevamos puestos. Los cambios comienzan desde uno.
Fuentes:
https://laquinta-news.com/desierto-vestido-el-costo-ambiental-de-los-desechos-textiles-en-tarapaca/
https://www.vogue.es/moda/tendencias/articulos/upcycling-reciclaje-moda-ecologica-sostenible/34151
https://galio.cl/2020/01/27/la-busqueda-por-reescribir-la-historia-contaminante-del-vestuario/
https://www.forbes.com.mx/la-moda-es-una-de-las-industrias-mas-contaminantes-onu/
https://www.fundacionaquae.org/los-gases-de-efecto-invernadero/