La industria textil es una de las más dañinas y contaminantes del mundo. Según un informe de la ONU, el textil es responsable del 20% de las aguas residuales y el 10% de la liberación de gases de invernadero.
Las aguas residuales contaminan los recursos hídricos con microorganismos patógenos mientras que los gases de invernadero absorben los rayos del sol y aumentan la temperatura en la tierra. Esto genera el derretimiento de glaciares, afecta el hábitat de las especies, genera fenómenos meteorológicos extremos y más.
La contaminación a nuestra atmósfera, la flora y la fauna causa efectos que muchas veces son irreversibles o difíciles de frenar. Estas consecuencias sólo empeoran con el fast fashion o moda rápida.
Fast fashion son las colecciones de ropa que están creadas a bajo costo y calidad. Esto significa que vas a estar comprando más pero usando menos. Para tener una prenda a tan bajo costo significa que su proceso de creación y calidad es precario.
Según Sustain Your Style, las trabajadoras textiles pueden alcanzar las 16 horas diarias 7 días a la semana laburando. A veces llegan a trabajar de madrugada para cumplir los plazos de entrega donde una sola marca puede llegar a solicitar 50 colecciones para una temporada.
¿Y cómo le va a los dueños de las tiendas fast fashion?
Inditex es una de los retail más grandes del mundo y está compuesto de las siguientes tiendas: Zara, Zara Home, Pull & Bear, Bershka, Massimo Dutti, Stradivarius, Oysho y Uterqüe.
El fundador de Zara, Amancio Ortega, tiene un patrimonio de 75.900 millones de dólares según Business Insider. En dos ocasiones lideró el ranking de los más ricos de Forbes y en 2021 cayó de entre los 10 más ricos a número 13 en el mundo.
Con ese patrimonio e impacto negativo en el medio ambiente, pagó sólo 121 dólares al mes a quienes confeccionaron la ropa. Eso equivale a aproximadamente 96 mil pesos chilenos.
Si bien hubo tiendas de Inditex que cerraron por la pandemia, los analistas coinciden que el grupo textil superará ampliamente sus ventas de 2019 durante 2022.
Hablemos de Shein, la marca que ofrece ropa de dormir por 5 dólares, un vestido de fiesta a 22 dólares y un chaleco a 18 dólares. Según Marcando Trayectoria, se exige a los empleados realizar 700 prendas por día y se les paga solamente 6 dólares la hora, aproximadamente 4 mil pesos chilenos.
La facturación de Shein en 2020 estuvo valorada en más de 12.300 millones de euros, aproximadamente 11 mil millones de pesos chilenos.
Las condiciones de los trabajadores textiles para el fast fashion son sumamente precarias, las prendas están hechas de materiales como nylon o poliéster que contaminan y son fácilmente descartados, terminando en vertederos.
Como dice Tiffany Grassi, tenemos un voto como consumidores y cada vez que compras un producto están validando esa industria. Te haces responsable de las prácticas que hay detrás. Seamos parte del cambio y consumamos de manera consciente.
Fuentes:
https://www.businessinsider.es/amancio-ortega-cae-top-10-lista-forbes-ricos-2021-902085
